La neuroarquitectura es una disciplina que une la neurociencia con la arquitectura para entender cómo los espacios afectan nuestro comportamiento, bienestar y productividad. Estudios científicos han demostrado que factores como la luz, el sonido y la disposición del mobiliario influyen directamente en el estado mental de las personas, generando estrés o bienestar.
En la última edición de Expo Mercado Público, Pablo Redondo, fundador del Instituto de Neuroarquitectura y Diseño, destacó cómo la neuroarquitectura puede transformar los espacios laborales. Actualmente, Easton Design está explorando la posibilidad de desarrollar una línea de muebles basada en estos principios en colaboración con Redondo. Además, ofreceremos evaluaciones de oficinas para mejorar la calidad de los entornos laborales, integrando factores como la iluminación, el ruido y la distribución adecuada.
La mayoría de las personas pasa alrededor del 90% de su tiempo en interiores, lo que resalta la importancia de diseñar espacios que optimicen el bienestar físico y mental. Factores como la iluminación artificial inadecuada, el ruido y la mala distribución de los espacios pueden generar estrés y afectar negativamente el rendimiento.
La neuroarquitectura no solo busca crear espacios estéticamente atractivos, sino que también pretende promover la salud mental y física, mejorando la creatividad, la concentración y el bienestar general en el trabajo. Este enfoque permite repensar el diseño de oficinas desde una perspectiva funcional y humana, generando entornos más saludables y productivos.